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jueves, 18 de octubre de 2012

Timberland, por un mundo ecológico




Te hablo a ti, sí tú, el que estás leyendo esto. ¿Crees que ayudas lo suficiente al medio ambiente? ¿Has hecho alguna buena obra a favor de la naturaleza? AÚN NO??  Pues ya es hora eh… Yo personalmente he plantado varios árboles, pero no es de mi de lo que voy a hablar.

Este artículo trata de una empresa DE LAS DE VERDAD, de las que no solo les preocupa el dinero y conseguir muchos clientes, no, hablo de una empresa que a la vez se preocupa de sus productos como del medio ambiente. Timberland, una empresa estadounidense, muy reconocida mundialmente va a ser la protagonista de estas letras.

Hace unos días, estuve en una tienda de esta multinacional en la zona romántica en San Sebastián, exactamente en la calle Hernani nº 14 y la verdad que para mí fue una visita fuera de lo común. Visto desde fuera aparentaba una tienda normal y corriente, con sus diferencias sobre el resto pero una vez dentro y tras analizar el interior, descubrí que en el fondo tenía una misión… Hacer de este mundo un mundo mejor.


La tienda está orientada a todo tipo de públicos, tanto hombres como a mujeres y de edades diferentes, eso sí, predominan los artículos para el sector masculino. En ella, ofertan todo tipo de prendas, te visten de arriba abajo, desde una cazadora de invierno a sus famosas botas por las que esta multinacional es tan reconocida. Además en cuanto al precio son dentro de lo que cabe bastante accesibles, es una marca famosa pero los precios no son desorbitados.

Pasando a la descripción más detallada del establecimiento, en la parte de la entrada podemos ver un escaparate abierto, pero en su forma no reside su distinción, sino en su ubicación. El escaparate esta vez, no se encuentra al ras de la fachada del edificio, está digamos profundizado. Entre el escaparate y la fachada hay una zona dedicada a la publicidad y a una columna de color negro. Este gesto, le da a la tienda nada más pasar al lado de ella una gran diferencia en comparación con el resto de comercios.



En el interior de la tienda podemos diferenciar dos separaciones, la entrada que sería la zona del escaparate y las botas; y más adelante, la ropa de vestir. Las botas estaban repartidas tanto por sexos como por edades y estilos, distribuidas en baldas o estantes a distintas alturas de hierro fundido (característica especial del establecimiento). El mobiliario era un mobiliario específico de la marca que junto con la mezcla de sensaciones que transmitían las paredes blancas y los detalles en negro para dar profundidad, hacían de la zona un rincón cómodo, visual y muy llamativo.

La función de la luminosidad (directa e indirecta) y estos colores tan neutros, era darle todo el protagonismo a los productos de la tienda. Además había unos cuadros orientados en la naturaleza y una pared en concreto forrada de placas de acero, que le daban un toque curioso y encaminaban al cliente a los objetivos que propone la marca como es la de preservar y cuidar la naturaleza.

Una vez dentro de la tienda, comenzabas a desarrollar los sentidos, la vista, el tacto, el oído… y la verdad que en cuanto a este último, la música que tenían te hace sentirte muy cómodo y estar relajado viendo los productos.

El mostrador, se encontraba al fondo, junto con el almacén y los probadores,  de esa manera obtenían una amplia visión de la tienda y para poder llevarte algún artículo era necesario atravesar toda la tienda hasta llegar a la caja.

Tuvimos una pequeña charla con uno de los dependientes del establecimiento, que casualmente, era profesor del centro donde me encuentro hoy por hoy, y nos comentó que tuvieron que hacer una reforma completa. Como anécdota, todos los materiales que utilizaron en la renovación fueron ecológicos, de hecho, en el centro del comercio hay como un muestrario de los tejidos y materiales que utilizan para hacer sus productos desde unas gomas de neumático, hasta algodones, pasando por cuero y pedazos de plástico.  !!! UN AUTÉNTICO PUNTAZO!!! La idea fue la de crear la sensación de confianza hacia el cliente y sobre todo transparencia ecológica.

 En definitiva, la filosofía del establecimiento no es solo vender, sino vender de una manera sana para todos, con ambientes tranquilos, apetecibles, llamativos para la vista, diferentes al tacto, agradables para el oído y sobre todo cuidadoso para el medioambiente.


Timberland
 “El mundo lo disfrutamos  todos”


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